Drosera rotundifolia Sorprendentes mecanismos para sobrevivir
Sorprendentes mecanismos para sobrevivir
Las "turberas altas activas", constituyen un
hábitat muy escaso e interesante en Extremadura. Son un vestigio de épocas
pasadas, mucho más frías. Aparecen en
suelos ácidos y permanentemente encharcados de laderas y valles de sierras de
mediana y alta cota. Acogen una flora de gran interés que ha desarrollado
sorprendentes mecanismos para sobrevivir en
medios tan pobres en nutrientes.
Entre los intersticios de la turbera, aparece la Drosera
(Drosera rotundifolia), llamada también atrapamoscas, rosolí o rocío del sol.
La Drosera se alimenta de insectos, a los que atrae gracias
al rojo fuerte de sus hojas y a las gotitas brillantes de mucílago, sustancia
dulce y pegajosa que las recubre.
Utiliza enzimas para disolver los insectos que han quedado pegados en
sus tentáculos glandulares con el fin de extraer de sus cuerpos nitratos y
otros nutrientes.
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